En lo más profundo de cada uno de nosotros arde una llama silenciosa.
No se extingue con el paso del tiempo ni se debilita ante las adversidades, porque trasciende al cuerpo y a la mente. Esa llama es nuestra esencia, el alma que nos define, que da vida a lo que somos y que, aunque a veces la pasemos por alto, jamás deja de estar presente.
¿Qué es la esencia?
La esencia es lo que permanece cuando todo lo demás cambia.
Más allá de los pensamientos, los recuerdos o las emociones pasajeras, existe un núcleo luminoso e intocable: nuestra chispa primordial.
Es el origen de la conciencia, la raíz de nuestra existencia y el vínculo con lo eterno.
No somos únicamente un cuerpo que nace y muere, ni una mente llena de pensamientos cambiantes. Somos la manifestación viva de la Fuente Original, un reflejo fractal del Todo expresándose a través de una forma humana.
La chispa que nunca se extingue 💫
Podemos sentirla en los momentos de silencio, cuando dejamos de correr detrás de lo externo y nos atrevemos a mirar hacia adentro. Esa sensación de paz profunda, de plenitud sin motivo aparente, es la voz de nuestra esencia recordándonos que somos más que un cuerpo, más que una historia.
Esa chispa de luz es el recordatorio de que, aunque la vida nos sacuda, en el centro siempre hay calma, siempre hay claridad.
Volver a lo esencial 🌱
La mente y la matrix de lo cotidiano nos distraen con mil formas y espejismos. Sin embargo, cada instante de silencio nos recuerda una verdad profunda: somos parte del Todo, y el Todo vive en nosotros.
Reconectar con nuestra esencia no requiere grandes rituales. Basta con respirar con consciencia, observar sin juicios y permitirnos descansar en el presente. Cada instante de atención plena nos acerca a esa luz que nunca se apagó.
Meditar, escribir, contemplar la naturaleza o simplemente escuchar el silencio, son caminos que nos devuelven al origen. Y en ese regreso descubrimos que la chispa interior no es algo que debamos buscar afuera: siempre estuvo dentro de nosotros.
La esencia como fractal del Origen Primordial🌌
El universo entero es una danza armoniosa de formas, energías y movimientos. Pero detrás de esa danza existe un principio único: un Origen Primordial del cual emana todo lo que existe.
Nuestra esencia no está separada de esa Fuente: somos su reflejo, una chispa indivisible.
Podemos imaginarlo como un cristal infinito que, al fragmentarse, conserva en cada una de sus partes el mismo brillo de su totalidad. Así somos nosotros: fragmentos del Todo que guardan en sí mismos la memoria de lo eterno.
🔔
Este espacio nace como una llamada, una guía suave hacia el recuerdo de lo que realmente somos.
Somos más que nombres, historias o identidades pasajeras: somos la expresión viva del Origen Primordial, la chispa que nunca se apaga, la luz que une todas las formas en un solo Ser.
-Que cada palabra aquí escrita sea una llave.
-Que cada reflexión despierte una memoria.
-Y que al reconocerte como parte del Todo, recuerdes que tu vida es también la del universo desplegándose en ti.
Volver a nuestra esencia no significa alejarnos del mundo, sino vivirlo desde una nueva perspectiva. Comprender que lo que sucede a nuestro alrededor es un reflejo, una lección y una oportunidad para despertar.
✨ Somos esencia, somos fractales del Origen, somos la luz del Todo manifestándose en cada instante.
Añadir comentario
Comentarios