Cuando se habla de espiritualidad, muchas veces se mencionan señales externas, terapias o cambios de vida. Y sí, todo eso forma parte del camino, pero con el tiempo descubrí que lo que verdaderamente transforma no es lo que sucede afuera, sino lo que empieza a moverse dentro de ti.
Mi transformación no estuvo tanto en lo que hacía, sino en cómo comencé a sentirme conmigo misma, con mi ser más profundo. Fue como si una puerta interna, que siempre había estado cerrada, se abriera de repente, revelándome una nueva perspectiva que no había considerado antes y dándole otra dimensión a todo lo que creía conocer.
🌱 Dentro de mí descubrí:
- Una voz interna que siempre había estado ahí, esperando pacientemente el momento en que finalmente me detuviera a escucharla.
- Emociones reprimidas que habían estado escondidas durante años y que necesitaban salir a la luz para ser comprendidas, abrazadas y sanadas de manera amorosa.
- Una sensibilidad renovada, que me permitió percibir la vida desde otro lugar, con más claridad y profundidad.
No fue un proceso sencillo, ni algo que ocurriera de manera inmediata. Hubo momentos en los que sentí que me rompía por dentro, como si todo lo que conocía estuviera desmoronándose. El miedo, la confusión y la soledad fueron mis constantes compañeros en ese camino, pero también surgió algo distinto y poderoso: una certeza interna que me decía que todo tenía sentido, aunque en ese momento no pudiera comprenderlo del todo.
El cambio verdadero, llegó cuando dejé de buscar respuestas afuera y decidí mirar hacia mi interior, algo que había evitado por mucho tiempo. Dentro de mí encontré, para mi sorpresa, mi refugio, mi brújula y mi verdad, todo aquello que antes intentaba encontrar en los demás o en las circunstancias externas.
Hoy entiendo con claridad que nada cambia realmente si no lo hace primero dentro de ti. Mi vida no se transformó porque las circunstancias externas se ajustaran de repente, sino porque empecé a reconocer quién era en mi esencia, esa parte de mí que siempre estuvo ahí esperando ser vista, aceptada y honrada
✨ El verdadero camino, ese que realmente importa, no consiste en convertirte en alguien diferente, sino en recordar de manera consciente quién has sido siempre en lo más profundo de tu ser. Y ese cambio profundo —el único que permanece y transforma— comienza dentro de ti, en el lugar más honesto y auténtico de tu alma.
Añadir comentario
Comentarios